Homenaje
Leal, detenido en el tiempo…
Obligado tributo y reverencia merece la labor de un hombre que, desde su saber infinito, desde el don de la palabra, desde su inquebrantable fe en alcanzar lo imposible, ha legado al futuro de la nación un patrimonio renovado, vivo, que impone a las nuevas generaciones y a los que tendremos la difícil misión de honrar su obra, el compromiso de no claudicar, de defender nuestros ideales con la fuerza de la sangre, y con la completa convicción de que para lograr un objetivo nunca debemos negar nuestra esencia. En paz descanse.
Los principios son invariables, la formulación es la que cambia.