Palabras enunciadas por Eusebio Leal Spengler en la apertura del Taller Internacional sobre Patrimonio Histórico-Documental de la música en Hispanoamérica (Colegio San Gerónimo de La Habana, 24 de abril de 2017)
Palabras enunciadas por Eusebio Leal Spengler en la apertura del Taller Internacional sobre Patrimonio Histórico-Documental de la música en Hispanoamérica (Colegio San Gerónimo de La Habana, 24 de abril de 2017), publicadas por la Dirección de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana en el comentario «Ponderar la música y el arte», en
Tenemos que […] saber lo que significa en la vida rumorosa y contaminante a la que nos vemos habitualmente sometidos, hacer un alto en el camino y dedicarnos a ponderar la música y lo que ella significa en el interior de nuestro espíritu, en el silencio reposado que se interrumpe después de varios días y se escucha por vez primera el canto de un pájaro o la sublime interpretación de un artista.
Después de la filosofía, en la cual [el hombre] especula y se pregunta quién es y el porqué de todas las cosas, y hace sublimes interpretaciones de esa realidad y de esa soledad cósmica hasta ahora no interrumpida, encontramos la música como una de las primeras formas de meditación y recreación del ser humano.
La música requiere tres estados: casi un estado contemplativo que nos lleva a la disciplina que la propia música supone; segundo, un ejercicio de interpretación, porque un neófito, al llegar frente al pentagrama, no entiende nada, solamente el músico entiende este extraño lenguaje creado por él y para él; y, en tercer lugar, la recreación, que se tiene cuando hacemos una empatía entre la admirable conjunción de un sonido o de una orquesta.