Actualidades,  Edición Nro. 0 Año 2020

La pasión por la música coral desde el centro de Cuba

Yainalis Pereira Leonard

 

La vida es música, luz y color […] El color tienes límites: la palabra, labios: la música, cielo. Lo verdadero es lo que no termina: y la música está palpitando perpetuamente en el espacio.

José Martí

 

Algunas fuentes consultadas reconocen a Dolores Anido Domínguez como la primera referencia de canto coral en Santa Clara, pues sus alumnas de música, que tenían de cuatro a seis años de edad —estudiantes de las aulas anexas a la Normal de Kindergarten—, cantaban en coros canciones cubanas y el Himno Nacional. Esto ocurrió entre los años 1920 y 1930. Dolores Anido, además de profesora de piano y concertista, fue promotora cultural. En 1926 fundó la Estudiantina Orbón y el Coro de Guajiritas Cubanas del Instituto Musical; tiempo después, en 1945, creó la Coral de la Escuela Normal de Kindergarten.[2]

Antes del triunfo de la Revolución ya la ciudad contaba con la coral de la Parroquia del Buen Viaje, la coral de la Catedral o Iglesia Mayor y la de la Iglesia del Carmen. De la coral de la Iglesia Mayor se nutre lo que fue luego la Coral de Santa Clara. En este ámbito eclesiástico, la figura de Manuel Rodríguez Pérez de Prado (1910-1978) tuvo gran envergadura; además de director de coro, pianista acompañante y organista de la Catedral de Santa Clara de Asís, fue el director fundador de la Coral de Santa Clara, profesor de la Escuela Normal de Maestros, y profesor de música y director de la coral de la Universidad Central de Las Villas.

Se constata que en la década del sesenta existió un excelente movimiento de artistas aficionados. Participaron en festivales de aficionados municipales, provinciales y nacionales. Los municipios que más se destacaron fueron Placetas, Camajuaní, Sagua y Santa Clara. Existían muy buenos instructores de Arte en todas las manifestaciones, pero en la música siempre los coros estuvieron a la vanguardia. Dentro de los directores de coros podemos destacar a Yolanda Martínez Ordoñez, Yolanda Morales, Bernardo Hidalgo, Joaquín Carrero Pairol, Margarita Padrón Morales, Rebeca Urribarrens, entre otros no menos importantes.[3]

Los directores de coro tenían, además de los coros profesionales, coros aficionados e infantiles. Es por ello que la provincia contaba con varias agrupaciones corales: Coro de la Defensa Civil, Coro del BOM femenino, Coro del Minint, Coro del preuniversitario Osvaldo Herrera, Coro de Ciencias Médicas, Coro Infantil de Hurtado de Mendoza, por solo mencionar algunos.[4]

La Coral de Santa Clara se crea a finales de 1961, en una etapa en que la Revolución Cubana, dentro de sus nuevos preceptos, convocaba a la creación de coros dentro de los programas priorizados en la política cultural, con el objetivo de masificar la cultura y llevar las manifestaciones artísticas a todos los estratos sociales. A partir de todo este acontecer musical y con la motivación de celebrar los aniversarios del coro, se gestan los encuentros corales en la década del ochenta. Ya en esta etapa Yolanda Martínez Ordóñez se convierte en la directora titular del coro.

Estos eventos se dedicaban, además, a enaltecer la figura de aquel que fue considerado padre del movimiento coral villaclareño. A los encuentros asistían coros de todo el país, sobre todo de la región central, y se invitaba a importantes figuras como Héctor Angulo, Harold Gramatges y Digna Guerra. Esta última, durante dos años, asesoró el coro profesional de Santa Clara, agrupación que, luego de su primera evaluación y como consecuencia de las transformaciones político administrativas del país, se convirtió en Coro Provincial de Villa Clara, denominación que mantiene en la actualidad.

En 1989, el Ministerio de Cultura, debido al cambio estructural y de concepto operado institucionalmente, unido a la dura realidad del Período Especial que se iniciaba, se dio a la tarea de elaborar numerosas estrategias para solucionar los problemas de la cultura. Fue así que se elaboraron programas culturales de duración quinquenal para cada provincia y sus municipios, presididos por un diagnóstico sociocultural, y a partir de directivas nacionales.[5]

En esos momentos los que participaban sistemáticamente en los festivales de coro de Santiago de Cuba fueron reorganizados a nivel regional para realizar sus encuentros. Bajo esta concepción, entre 1997 y 1998 se realizó el Festival Central «Manuel Rodríguez» in memoriam, entre coros profesionales y aficionados. Santa Clara se hizo cargo de su organización y desarrollo. Ya en 1999 se gestan las cantorías infantiles bajo la batuta de directores de coros profesionales o de los propios cantores. En el año 2000 surge un segundo formato de cámara, con integrantes seleccionados del Coro Provincial y también dirigido por la titular de esa agrupación, que recibió el nombre de CoraMarta, en homenaje a Marta Abreu de Estévez, benefactora de la ciudad de Santa Clara.

Como parte del movimiento de aficionados, en Santa Clara se crearon los coros de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas y la Universidad de Ciencias Médicas, los que han participado en los festivales nacionales de Artistas Aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), con muy buenos resultados. De esta cantera se han sabido nutrir los coros profesionales de nuestra provincia.

En 2009 fue constituido, por Maikel García Iglesias, el coro AudiNos, hoy AudiNos Men’s Ensemble; unos años más tarde, en 2016, el coro femenino Ensemble Vocal Musas, por Nely Cañizares Sarasa. Ambos comparten el afán de enriquecer el catálogo de la música de concierto en la provincia y el país, con el formato coral, escaso en los dos casos. Estas agrupaciones, a pesar de su juventud dentro del movimiento coral, han insistido en la superación constante de sus cantores y han participado en diversos eventos de alcance nacional e internacional.

El hecho de que Santa Clara contara ya con cuatro coros profesionales indicaba una madurez en el movimiento coral villaclareño y la necesidad de un espacio dedicado a este quehacer musical, diferenciado de los que ya existentes en el país. La convergencia entre las agrupaciones corales facilitaba, igualmente, la realización de talleres de canto y dirección coral, así como iniciativas que particularizaran los encuentros.[6] Es por ello que surge la idea de la I Temporada de música coral «Santa Clara canta» 2019, con el apoyo de la Empresa Provincial de la Música «Rafael Prats», la Dirección Provincial de Cultura y otras instituciones.

Bajo el lema «Un Canto a la Paz y en favor de las causas justas», las jornadas del Santa Clara canta 2019 contaron con un programa de actividades muy variado e interesante que incluyó talleres, exposiciones y encuentros donde se disfrutó de lo más representativo del género en nuestro país. Todo ello, en el marco de las celebraciones por el aniversario 330 de la ciudad.

En 2020, a pesar del escenario impuesto por la pandemia de la COVID -19, se insistió en la realización del evento, aunque atemperado a las circunstancias: se seguiría la pauta de los de los conciertos online que inundaban las redes, como solución al distanciamiento físico, principal reto que afronta la música en vivo. Así surge la II Temporada de música coral «Santa Clara canta» 2020, online, en tiempos de COVID -19. Por petición de las autoridades pertinentes se integraron también agrupaciones populares, pero fue algo coyuntural.

«El canto es la vida», palabras del querido maestro Electo Silva, fue el eslogan que motivó el llamado a todo el movimiento coral cubano y universal, así como a cantantes, formatos vocales populares y de concierto, sin distinguir fronteras, ideologías o niveles de desarrollo. «Al no poder hacer la temporada coral presencial, pues había que buscar un objetivo en tiempos de la COVID -19, un porqué y para qué. Vino hasta nuestra mente el Che y entendimos que él era la clave. Además, otra de las mayores motivaciones fue recordar la Batalla de Santa Clara, una ciudad que hoy libra otro combate, esta vez por la vida. Será, además, un regalo por su aniversario 331».[7]

Sin duda alguna se demuestra que el canto coral tiene la capacidad de dar voz a las personas, de ser un vehículo de expresión individual y comunitaria, de proporcionar bienestar, de desarrollar el capital social y facilitar el intercambio de experiencias, conocimiento y valores a través de la música.[8] Estas constituyen las motivaciones para continuar la labor, para que Santa Clara una y otra vez le cante a la vida.

[1] Cañizares Sarasa, Nelys (2014): La memoria histórica del Coro Provincial de Villa Clara como bien patrimonial local, Tesina del Diplomado pre-doctoral en Patrimonio Musical Hispano, Colegio San Gerónimo de La Habana.

[2] Véase Cardoso García, Lais (2016): Propuesta de promoción sociocultural de la música coral de Santa Clara. Trabajo de Diploma, UCLV, Santa Clara. [https://dspace.uclv.cu]

[3] «Desarrollo del movimiento coral en Villa Clara». Entrevista realizada por la autora a Ana Hurtado de Mendoza Borges (7 de julio de 2020), inédita.

[4] «Surgimiento y desarrollo del movimiento coral en Santa Clara». Entrevista realizada por la autora a Yolanda Martínez (7 de julio de 2020), inédita.

[5] Véase Cardoso, ob. cit.

[6] «Más que un canto a la vida». Entrevista realizada por la autora a Maykel García Iglesias (15 de julio de 2020), inédita.

[7] Ídem

[8] Fernández Herranz, Nuria S. (2013): Las agrupaciones corales y su contribución al bienestar de la personas, Tesis doctoral, Universidad Carlos III de Madrid. [http://e-archivo.uc3m.es]

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